viernes, 13 de abril de 2012

PRÁCTICA 2


Tema: analizar una entrevista.
Fecha: 30 de marzo 2012
Actividad: analizar los elementos verbales, no verbales (textuales) y contextuales de la entrevista seleccionada en la práctica 1.



Identificación de la ficha:
  • Nombre de la entrevistada: Rosario Matas Pérez.
  • Origen: Melilla.
  • Sexo: mujer.
  • Edad: 65 (aproximado, no aparece).
  • Tema: Sensibilidad por los discapacitados.
  • Duración entrevista: 00:36.



TRANSCRIPCIÓN:

Cuando se murió mi marido no me quedó paga [niega con la cabeza]. Tenía tres, dos… [se traba] dos niñas y un niño. Una me salió sordamuda. Ta casada, ta con su marido, está muy bien, gracias a Dios. Es sufrir siempre, desde que nacen [se queda en silencio un segundo], desde que nace sufres con ella porque ahora estoy sufriendo también. Yo hablo con ella como estoy hablando con usted. Ella también habla con las manos [mueve las manos], con sus amigas y eso… pero yo me pongo muy cerca de ella y le digo que me mire y me entiende [mueve el dedo índice señalándose los labios]. Compra ella todo, va a la plaza, a la tienda, todo, todo, todo, ella se desenvuelve muy bien.


1.- ANÁLISIS NO VERBAL
Lo más destacable de su lenguaje no verbal es que los movimientos que realiza con las manos y la cabeza son para reafirmar lo que está diciendo a través de las palabras, de esta manera, lo está reforzando. Por ejemplo, cuando dice que se murió su marido y que a ella no le quedó paga, niega con la cabeza.
El tono de voz permanece estable a lo largo de la entrevista, apenas se pueden observar variaciones que indiquen una emoción o sentimiento muy fuerte.

En cuanto a la mirada, está permanentemente fija en el mismo punto, apenas la pasea por su entorno.


2.-  ANÁLISIS VERBAL/TEXTUAL

Rosario es una mujer viuda que tiene tres hijos, dos chicas y un chico. Una de ellas es sordomuda por la que ha estado siempre muy preocupada, incluso ahora que ha formado una familia estable y no tiene problemas para relacionarse con los demás.


3.- ANÁLISIS CONTEXTUAL

Cabe destacar que, tras fallecer su marido, Rosario no recibió ninguna pensión, por lo que probablemente tuvo dificultades para poder sacar adelante a sus tres hijos. Se percibe una desprotección del sistema de bienestar de la época, aunque puede deberse a no haber cotizado lo suficiente como para recibir una paga.

Como es lógico, a raíz de la viudedad de Rosario, el suyo se convirtió en un hogar monomarental. Por lo que tuvo que mantener, cuidar y educar a una familia numerosa ella sola. Esto fue más complicado, si cabe, por el hecho de que una de sus hijas nació con una discapacidad sensorial.

Tanto la discapacidad de su hija como el fallecimiento de su marido, han sido dos aspectos que han marcado mucho su vida y que le han provocado mucho sufrimiento. De hecho, a día de hoy, parece que todavía no lo ha superado del todo puesto que con sus palabras transmite cierto victimismo.