sábado, 9 de junio de 2012

PRÁCTICA 5


     Tema: Conflicto y mediación
Fecha: 1 de junio 2012
Actividad: Realizar un juego de rol (role playing) que simule un conflicto y la forma de intervención a través de la mediación.


    1. PREPARACIÓN Y DESARROLLO DEL CONFLICTO

El conflicto se presenta en el ámbito familiar y está protagonizado, por un lado, por un joven de 15 años y por otro, sus padres y el Instituto de Educación Secundaria en el que está matriculado el chico.

El motivo por el que surge el conflicto es el absentismo escolar del joven ya que, aunque anteriormente había faltado esporádicamente a clase, en este momento lleva sin asistir durante tres semanas seguidas. Como el Instituto no ha recibido ninguna justificación de sus faltas, el jefe de estudios decide ponerse en contacto con sus padres para averiguar qué sucede con el chaval. Tras hablar con ellos, éstos se muestran sorprendidos por la noticia ya que veían que su hijo salía de casa preparado para ir a clase, regresaba a la hora habitual y se encerraba en su cuarto diciendo que tenía que estudiar.

Esa misma mañana al regresar de clase,  su padre se muestra muy enfadado con él, y sin darle apenas oportunidad para que cuente el motivo por el que no asiste a clase, empieza a reprocharle que haya estado engañándoles todo este tiempo y desaprovechando la oportunidad de aprender y estudiar así como de labrarse un buen futuro. Le dice que está muy decepcionado con él por haberles mentido y que ya no podrán volver a confiar en él como antes.  Como reacción a la actitud tan negativa del padre, el chico se encara y le responde “no tienes ni idea de lo que me pasa”. El padre se indigna porque pensaba que la actitud de su hijo sería diferente pues esperaba que pidiera disculpas o se justificara y le grita “no eres nadie para dar lecciones de vida, además es que te pegas todo el día encerrado en tu cuarto y no te enteras de lo que pasa en casa”.

Ante esta situación, y viendo que el conflicto entre ambos va escalando progresivamente, la madre trata de disminuir la tensión y calmarlos ya que ve que pueden hacer y decir cosas de las que luego se arrepientan. A pesar de ello, ninguno de los dos cede ante las insistencias de ésta, sino que la situación empeora aún más. Tanto el padre como el hijo se empiezan a imprecar y a recriminarse cosas que no tienen nada que ver con el motivo original de la discusión. El chico, dolido por todo lo que su padre le está diciendo, se encierra en su habitación dando un portazo. Esto no hace más que aumentar la ira de su padre que va tras él a continuar con la disputa  y se acerca haciendo muchos aspavientos, lo que hace que el joven se amedrente, ceda ante la presión y comience  a llorar. Al ver esto, la madre le dice a su marido que lo deje estar y que ya hablarán de forma más calmada en otro momento.

2. DESARROLLO DE LA MEDIACIÓN

Introducción y contrato de mediación:

Tras varios días, la situación entre el padre y el hijo no mejora, por lo que la madre decide acudir al departamento de orientación del instituto para ver si les pueden ayudar. Tras exponer su problema, le cuentan que tiene la posibilidad de la mediación. Una vez que le han explicado en qué consiste, considera que puede ser la opción más acertada, y tanto el padre como la madre se comprometen a participar activamente. La mediadora decide reunirse con el chico para informarle de que sus padres quieren solucionar el conflicto a través de la mediación y quiere ver si  él también está dispuesto a colaborar. El joven, al principio, se muestra reticente porque no cree que se pueda llegar a ningún acuerdo con su padre, pero al final, la mediadora le hace cambiar de opinión.

Recogida de información:

Una vez que las dos partes están de acuerdo en mediar, la profesional se reúne con cada una por separado para recoger información sobre la percepción y el modo en el que están viviendo el conflicto. Es en este momento cuando el chico se sincera con la mediadora y le cuenta los verdaderos motivos por los que no asiste a clase. Le dice que desde hace un par de meses empezó a sufrir bullyng por parte de sus compañeros de clase. Por otro lado, los padres le comentan que no saben el motivo pero que hace tiempo que el chico se ha encerrado en sí mismo, está más distante y no saben qué hacer para que vuelva a ser el mismo y recupere la confianza en ellos.

Identificación de temas y creación del esquema a seguir:
               
Con ayuda de la mediadora, los padres se han enterado de lo que le sucede a su hijo y están dispuestos a hacer lo que sea con tal de ayudarle a solucionar el problema. Para ello, lo más conveniente es dividir el conflicto en distintas partes. En primer lugar, hay que abordar el tema del acoso escolar, también hay que trabajar el tema de las discusiones entre el padre y el hijo para que no sean tan frecuentes y por último, hay que intentar que recuperen la confianza mutua.

Generación de ideas y opciones sin compromiso en cada tema:

Aunque no se va a dejar de lado el problema del bullyng, con la mediación se va a trabajar especialmente el tema de las discusiones y la confianza entre los miembros de la familia. El chico sugiere que el padre no pague con él los problemas que tenga fuera de casa y que los que tenga con él, se traten de una manera más asertiva. También pide que sus padres traten de entender su situación y comprendan que por ello su comportamiento a veces no sea el más adecuado. Por otro lado, los padres aceptan lo que pide pero que no le van a consentir todo, y a la vez piden que confíe más en ellos y les explique los problemas que tenga en lugar de ocultárselos, para que le puedan  ayudar.

Negociación para crear una solución optima:

Cada una de las partes comprende la postura y las peticiones de la otra y acceden a cumplir con aquello que se ha pactado. Por lo tanto, se puede observar que no se han encontrado muchas dificultades a la hora de llegar a un acuerdo, ya que ambas partes se muestran dispuestas a colaborar activamente para solucionar el conflicto y sus consecuencias.

Repaso, acuerdo final y clausura:

La mediadora se encarga de poner por escrito todos los acuerdos a los que han llegado a través del consenso, para que quede constancia de lo que cada parte se ha comprometido a hacer. Llegados a este punto, debe ser la familia la que trabaje por su propia cuenta, pero en caso de que tengan alguna dificultad o se estanquen y no sepan cómo avanzar, pueden recurrir a ella de nuevo.



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